Cuando fui invitada por la Maestría en Promoción y Desarrollo de la Universidad Autónoma de Coahuila a impartir uno de los cursos de manera virtual experimenté dos emociones simultáneamente: un gran entusiasmo por probar una nueva tecnología en la relación enseñanza aprendizaje; y cierto nerviosismo al ser novata en el campo de la enseñanza a distancia.
Una vez que tuve la oportunidad de ser asesorada y guiada por el equipo DEN, el nerviosismo se desvaneció, y conservé el entusiasmo por entablar una relación con alumnos que físicamente estarían distantes, pero cuya presencia y participación sería posible gracias a las herramientas y posibilidades técnicas de la plataforma. Después de cinco años de participar en este proyecto de formación de profesionales en el campo de la gestión cultural, no dejo de sorprenderme de los beneficios, posibilidades y potencial de la plataforma DEN.
En cuanto a la estructura, me parece una plataforma amigable pues están muy bien delimitados los espacios para incluir materiales específicos de la materia, compartir bibliografía, estar en contacto con el grupo a través de correo electrónico, recibir trabajos en diferentes foros y tener un contacto intermedio entre presencial y distante gracias a la herramienta denominada “Auditorio”, además de muchas otras herramientas.
Además del apoyo, resultan muy estimulantes los retos que plantea la plataforma para el profesor pues en aras de preparar sesiones significativas, de construcción de conocimiento compartido, es necesario familiarizarse con los recursos de la plataforma lo cual ocurre de una forma fluida y siempre con el apoyo del gran equipo DEN.
Cada año, con cada grupo y cada sesión, he podido experimentar una nueva herramienta o recurso y no dejo de sorprenderme de lo favorables que son para lograr el impacto y resultados deseados en un curso a distancia.
Me referiré al Auditorio especialmente porque a través de esta aplicación el docente entra en contacto directo y en tiempo real con el grupo, así como los alumnos entre ellos mismos. El Auditorio permite al profesor impartir el curso de manera verbal apoyado, por ejemplo con una presentación Power Point, como lo haría en una sesión presencial, así como dar la voz a los alumnos participantes en el curso. Al mismo tiempo, se cuenta con un chat de texto que permite corroborar el estado del audio, saludar sin interferir la clase y, en resumen, da cohesión al grupo. Incluso, para quienes añoran el aula convencional, la plataforma ofrece un pizarrón virtual con sus gises y borrador.
La plataforma DEN ha sido para mí una gran experiencia en un proceso de enseñanza-aprendizaje para adultos, en el cual el conocimiento se construye conjuntamente, pues además de propiciar esa producción de conocimiento y presencia continua de cada participantes, existe la posibilidad de incluir dinámicas variadas como el trabajo en equipos. Esta aplicación la utilicé recientemente y quedé gratamente sorprendida porque podía yo visitar a cada equipo y conocer sus participaciones y avances como lo haría en un aula tradicional.
He tenido oportunidad de conocer otras plataformas o procesos virtuales de enseñanza-aprendizaje y considero que DEN ofrece al usuario una experiencia enriquecedora de cercanía a pesar de la distancia -pues he tenido alumnos de una diversidad de ciudades de la República Mexicana así como de otros países-, y la posibilidad de convertir una sesión virtual –que llegan a ser hasta de seis horas- en un encuentro dinámico, potente, ameno e interesante, que conlleva la construcción de conocimiento previo con el nuevo.
Otras plataformas, por ejemplo, no propician la interacción en tiempo real entre maestros y alumnos, sino que esta comunicación ocurre con retraso, al modo de los correos electrónicos. En esas plataformas y procesos lo que tiene mayor relevancia como medio es el lenguaje escrito. En la plataforma DEN es posible imaginarse dentro de un aula con los mejores avances tecnológicos desde el sitio donde estés conectado (estudio, oficina, casa, incluso otra ubicación a la habitual), y entablar una relación cercana en unas cuantas horas lo cual beneficia tanto al maestro como a los alumnos en este proceso tan deseable, estimulante y enriquecedor como la educación a distancia con el soporte de la plataforma DEN. Mi entusiasmo se acrecienta cada en cada grupo con el que tengo contacto a través de la plataforma, y me invita a explorar otras herramientas a aplicar en el siguiente periodo. Mi nerviosismo inicial se ha transformado en gusto anticipado por encontrarme con el grupo de cada año y poner a prueba mis habilidades adquiridas para aprovechar la plataforma cada vez mejor.
